<h1>Influencia Materna en Purasangres </h1>

Alfonso M. Corral | 28 de abril de 2011 | Investigación

Todos los caballos de purasangre que existen en la actualidad pueden rastrear su linaje hasta tres sementales que llegaron desde Oriente Medio a Inglaterra hace ya unos cuatro siglos: Byerley Turk (1680s), Darley Arabian (1704) y Godolphin Arabian (1729). Y todo gracias a los registros que desde 1791 lleva el Jockey Club.

Pero en esa época, se pensaba que las características más importantes de los caballos de carreras las aportaban los padres y apenas sabemos nada acerca de las madres ya que no las anotaron con tanta precisión. Algunos apuntan que inicialmente fueron entre 35 y 72 yeguas inglesas las que fundaron esta raza de caballos, pero otros hablan de yeguas provenientes de Arabia o del norte de África. Como es de suponer ante tanta variedad de explicaciones, no hay datos fehacientes que puedan corroborar ninguna de estas hipótesis.

Por ello, el estudio del ADN mitocondrial que acaban de hacer con 1.929 caballos de esta raza es bastante esclarecedor. Tan sólo gracias a que el ADN que hay en las mitocondrias de los mamíferos es heredado exclusivamente de la madre.

Sus resultados indican que todos (y ninguno) tienen razón. Las yeguas serían de orígenes realmente cosmopolitas, aunque la contribución británica e irlandesa es la más importante.

Para llegar a estas conclusiones tuvieron que analizar estadísticamente las secuencias obtenidas de las mitocondrias de los caballos purasangre actuales. Y lo primero que vieron fue que aunque comparten algunas características con los caballos de raza árabe, tiene muchas otras que son típicas de razas británicas (Exmoore pony) e irlandesas (Connemara, Irish Draft).

En un intento de poner números a la herencia genética de las madres de todos los caballos purasangre actuales, los investigadores comentan en su estudio que las yeguas británicas e irlandesas suponen el 61%, las provenientes de Oriente Medio el 31% y las de la Península Arábiga tan sólo el 8% restante.

Para aquellos lectores amantes del caballo de Pura Raza Española, decir que les ha creado un pequeño problema a los investigadores. Los caballos de la Península Ibérica comparten secuencias con los del norte de África. Secuencias que aparecen en los purasangre actuales y en multitud de caballos europeos que fueron cruzados con los españoles. Así que no saben a ciencia cierta si se utilizaron yeguas ibéricas o norteafricanas. Ellos optan por explicar que probablemente fueron las españolas a través de cruces previos con otros caballos europeos.